Fundamentos filosóficos y políticos

de "Coincidencia Forjista"

Sobre la recuperación del diálogo político como espacio material del reconocimiento de la diversidad ideológica que atraviesa al Campo Popular.

“Dadme un punto de coincidencia y haremos una Patria” (Arturo Jauretche).

Desde el retorno a la vida democrática, observamos con preocupación el avance cíclico y sistemático del neoliberalismo en nuestro sistema de vida. Lo que otrora se imponía a fuerza de interrupción de las instituciones vía golpes de Estado, a partir de fines de los años 80 y durante toda la década del 90, esa lógica de dominación se implementó a través de corridas de Mercado, así vemos como los “golpes institucionales” mutaron en “golpes económicos”, preservando la formalidad de una democracia vacía de contenido, en la que los procesos de desideologización política y el debilitamiento de los partidos políticos como estructuras de representación quedaron subsumidos a la lógica del mercado, donde hubo una gravísima trasmutación de valores: la libertad fue sustituida por la idea del consumo, el bienestar social se asoció al acceso a bienes y servicios y la ciudadanía pasó a ser un colectivo segmentado por intereses económicos de usuarixs o clientes.

Años de gobiernos permeables a los mandatos del Consenso de Washington sumieron a nuestra

Argentina en una situación extremadamente compleja.

Con la crisis del 2001 y sus nefastas consecuencias, más del 50% de la población argentina sumida en la pobreza, aumento del desempleo, depreciación de la moneda, aparición de cuasi monedas, deterioro del poder adquisitivo, etc., surge la imperiosa necesidad de que las fuerzas del campo popular reúnan esfuerzos en virtud de dar respuesta a las urgencias y emergencias populares, valiéndose de la organización de una estructura transversal, a fin de terminar de una vez por todas y para todos los tiempos con los designios impuestos por el capital.

Doce años de transformación social y política, sirvieron para dar vuelta esa parte de la  historia reciente, a pesar de los esfuerzos del neoliberalismo para volver a hacerse del poder y perpetuar su política de empobrecimiento y entrega.

En este contexto es que militantes de distintas fuerzas políticas y sociales decidimos formar parte del proyecto de FORJA.

1Hemos renunciado a nuestra pertenencia a distintas organizaciones políticas y sociales para confluir en una instancia superadora que sintetiza el sentir y el pensar La Patria de una manera diametralmente distinta a lo que lo hacíamos: para nosotros “LA PATRIA ES EL OTRO”.

Es por ello que dentro del campo de las coincidencias el proyecto Nacional, Popular, Democrático, Latinoamericanista y Feminista también nos permite expresar este mismo sentir desde otros lenguajes, dónde nuevos significantes como la palabra Matria (por Patria) invitan a interpelar los sentidos más profundos que sustentan nuestro pensar y nuestro sentir; admitiendo que en la palabra Patria se condensan una serie de dispositivos ideológicos propios del orden colonial que naturalizan las desigualdades, aquellas que no sólo como Partido Político sino como emergentes históricxs venimos a transformar para consolidar el sueño de equidad que inspiró a lxs primerxs forjistas en aquellos años donde el “que se rompa y no se doble” se expresó alineándose junto a un nuevo movimiento: El Justicialismo.

Hoy Forja 2020, bajo la misma lógica y valores acepta así su integración al Feminismo.

No obstante ello, entendemos que también ciertos actores pertenecientes al campo popular incurren en algunas prácticas que sólo la política puede subsanar.

Como consecuencia de nuestra formación política y como legatarios de la historia militante de quienes nos precedieron en la conformación de FORJA, es que hemos dado nacimiento a éste espacio de pensamiento que bautizamos COINCIDENCIA FORJISTA.

COINCIDENCIA porque entendemos que para construir debemos dejar de lado apetencias personales o de grupo para crear un ámbito de elaboración de políticas que superen la lógica amigo-enemigo inmanente en el ideario de gran parte de la militancia política.

Esa lógica se traduce en “si no se piensa o hace lo que uno piensa o hace se convierte en enemigo”, generando de ésta forma acciones y reacciones violentas, las cuales es menester desterrar. Repudiamos toda forma de violencia política por ser una expresión colonialista y anti latinoamericanista, por promover el debilitamiento del entramado político partidario que sólo favorece a los intereses de los sectores concentrados del poder de la economía nacional y global.

Entendemos, de igual modo que la política debe estar al servicio de lxs desposeídxs, no como una lógica asistencialista sino como herramienta necesaria para la realización de la persona humana y la satisfacción de sus necesidades básicas, acordando con Hannah Arendt cuando nos expresa que “debe asumirse que en la medida que una persona dispone de mayor poder para influir en la sociedad, aumentan en la misma proporción sus obligaciones. TODA SUPERIORIDAD ES UN

DEBER Y TODA AUTORIDAD, UNA DEPENDENCIA Y UN SERVICIO”.

2En este sentido Coincidencia Forjista entiende que revertir los procesos, estructuras y factores que sustentan la feminización de la pobreza es una asignatura de carácter ESTRUCTURAL en las sociedades de nuestros tiempos, dado que no escapamos a los trágicos valores del orden mundial que hace muchos años confirman organismos internacionales como la ONU, por los que sabemos

que:

1- El 70% de las personas pobres del mundo son mujeres, niñes y adolescentes.

2- Que por cada dólar que el Estado invierte en una mujer, 0,95 centavos de dólar será destinado a alimentación, salud y cuidado de NNyA.

Asimismo, reafirmamos nuestra identidad FORJISTA, como síntesis histórica del movimiento nacional que se formula en la línea Yrigoyen-Perón-Alfonsín-Kirchner.

Nos asumimos como profundamente humanistas, y feministas, reivindicando genuinamente la lucha por la igualdad de géneros, no como proclama sino como una realidad inexorable,

conformando un espacio para la protección y promoción de derechos de la población LGBTTTIQ, cuyo objetivo es incorporar la perspectiva de la diversidad sexual y de géneros en las políticas públicas y traducir los avances legislativos en inclusión social y efectiva igualdad de oportunidades, sosteniendo un trabajo mancomunado para el reconocimiento respetuoso de la diversidad y para la erradicación de toda forma de discriminación por orientación sexual e identidad de género.

Defendemos la disidencia, porque creemos en las libertades individuales y colectivas.

Defendemos la diversidad como condición inherente y protectora de la calidad de las democracias.

Creemos en el precepto “la política sin ética ni moral, es basura”.

Entendemos que la condición necesaria para lograr armonía política es el consenso, entendido como la búsqueda constante de coincidencias a través de cauces pacíficos de aceptación como también el rechazo a la violencia y la arbitrariedad partiendo de la tesis de la igualdad esencial de los seres humanos.

“Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza…” Antonio Gramsci.

De la violencia política e institucional

Les integrantes de Coincidencia Forjista entendemos que, en el orden global, por condiciones epocales de la política, atravesamos un proceso de “declinación del diálogo” que se hace evidente cuando en determinados espacios de deliberación se ponen de manifiesto prácticas políticas que 3dan cuenta del peso de un pensamiento de carácter “monárquico” reticente de administrar las

tensiones ideológicas naturales de la realidad política y que se hace presente en la incapacidad de la “convivencia de los antagonismos”.

Formas binarias de la representación de la realidad política no sólo disparan situaciones de

violencias interpersonales que se tornan violencia política e institucional, sino que impiden el acceso a otras percepciones, cosmovisiones, postulados, experiencias, posicionamientos éticos y demás elementos que constituyen a la acción política como “ingredientes” naturales de procesos sociales de construcción colectiva.

Así, lo divergente se ha constituido en un peligro en vez de ser advertido como posibilidad; todo cuanto no sea del orden de lo “homogeneizable” no es posible de ser asimilado en tanto algunxs actorxs que asumen posiciones de liderazgo –que a nuestro juicio por razones políticas y del orden de nuestro incipiente proceso de constitución institucional- se nos hacen ilegales e ilegítimas.

No obstante, este accionar coercitivo, excluyente y punitivo ante cada situación de divergencia ideológica, cuenta con un sentido común epocal intrínseco a la política del Campo Popular, tal vez, por haber sido víctimas de una situación de “guerra política” con los sectores más concentrados del poder, que obligaron a los últimos gobiernos populares a producir relatos creadores de un sentido de la unión dónde la diversidad comenzó a ser percibida en el sentido común de la militancia como un peligro.

Nos, les integrantes de Coincidencia Forjista, procurando sobreponernos a las realidades epocales y en la búsqueda perpetua del diálogo como espacio material del reconocimiento de la otredad, no estamos dispuestxs a sumirnos a estos factores políticos y filosóficos condicionantes: ante ello preferimos adoptar una posición de resistencia amorosa, constituyendo un espacio dónde el cuidado interpersonal es el valor supremo y desde allí procurar desarrollar acciones inherentes a la pedagogía política para así resignificar los principios del Proyecto Histórico del Forjismo originario, signado por la capacidad de propender a la convergencia en diversidad dentro de un Proyecto.

Nacional, Popular, Latinoamericanista, Democrático y Feminista.

Nos, les integrantes de Coincidencia Forjista no podemos comprender el SER de cada persona que integre el Partido de la Concertación Forja, sin un ESTAR en diálogo permanente como espacio material del reconocimiento de lxs otrxs en su singularidad y para ello, nuestros cuerpos deben poder habitar espacios dónde se nos proteja de la violencia política, de los atropellos institucionales y de las maniobras minorizantes basadas en el poder de un sentido común de la política, emergido de un relato alienante proclive a producir falsos efectos de unidad política ante un enemigo estructural como lo es el poder hegemónico.

Nos, les representantes de Coincidencia Forjista no queremos caer en el falso dilema del “pragmatismo versus el romanticismo” puesto que, si bien el pragmatismo es un valor 4incuestionable en la política, nuestros postulados filosóficos hasta aquí expuestos, no son del orden del pensamiento romántico sino defensores de la Ética de la Solidaridad y la Responsabilidad y de la cultura de las Políticas del Cuidado como paradigmas indiscutibles de nuestras bases históricas y doctrinarias.