ESTE 23, TODOS A LA PLAZA.
La situación de nuestras Universidades Públicas es crítica como nunca antes lo fue en la historia argentina.
Nadie, jamás, se atrevió a tal ofensa contra la instrucción y formación académica de nuestra gente.
¿Dejar que las Universidades Nacionales cierren sus puertas por falta de presupuesto?
¿En qué cabeza cabe? Sin duda, en una demasiado reducida por la ceguera de un dogma rasante.
FORJA no tiene matices ni medias tintas. LA UNIVERSIDAD PÚBLICA NO SE ENTREGA.
Toda personalidad pública, partido político, movimiento u organización de la sociedad civil que no se pare firmemente en defensa de nuestro sistema público universitario peca de perdonable ignorancia o de flagrante traición al pueblo.
La sociedad argentina tiene como valor distintivo el haber construido un sistema de educación superior que es en múltiples aspectos ejemplo a nivel mundial.
Su reconocida excelencia académica, su distribución geográfica y porosidad territorial, su transversalidad generacional y de clase, su incidencia en las artes y las ciencias, su aporte inigualable a la movilidad social ascendente.
Atacar la Universidad Pública es atacar la capacidad de la Argentina de mejorar su presente y hacerse dueña de su futuro.
Atacar la Universidad Pública es atacar nuestra soberanía intelectual, cultural, económica y política.
Atacar la Universidad Pública es pretender sumir al pueblo en la ignorancia, la bruteza, y, por ende, en la servidumbre de los más poderosos.
Nadie desde la Reforma del 18 hasta acá ha osado atacar de esta manera la Universidad Pública. Los peores y más cavernícolas dictadores, los más obtusos entre los obtusos han simulado ser personas cultas y defensoras de la educación pública.
JAVIER MILEI NO.
Él (y gran parte de su séquito de pelufastanes), increíblemente hacen gala de una incultura, una ignorancia y una chabacanería sin igual que pretenden disfrazar de altruismo ideológico.
Pero no, no es ideología fundamentada en el estudio de las ciencias. Es mera bruteza puesta al vil servicios de los mandamases y los patrones de la estancia global.
PERO NO PASARÁN.
NOS VEMOS EN LA PLAZA
